Se sabe que, para los traductores profesionales y empresas de traducciones, Internet se ha
convertido en un material imprescindible. Para todo tipo de traducciones, no
importa si son traducciones gastronómicas, traducciones jurídicas, traducción
médica, traducciones literarias,
etcétera. Para las agencias de
traducciones como para los traductores autónomos hay materiales muy útiles que
agilizan mucho su trabajo.
Dentro de nuestro campo, se pueden emplear para diferentes
tareas. Pueden asistirnos tanto para tener nuevos clientes interesados en
nuestra actividad, para conectar con ellos, como para ayudarnos en la función
de documentación y traducción. Del mismo modo, existe la opción de recurrir al
consejo de diferentes compadres de profesión.
En suma, Internet aporta muchísimas oportunidades en este
aspecto. Por ejemplo, con toda la humildad posible, este blog de traducciones, desea ser un instrumento más y aportar su granito de arena.
Pretende enseñar recursos que hay en la red y que desde aquí damos a conocer.
De todos modos, si bien nos puede parecer irreal algunas
veces, hay vida más allá de nuestro PC. Trato de explicarme: como acabamos de
ver, las herramientas y recursos para traductores y agencias de traducción que
podemos localizar en la red son numerosas. Sin embargo, no son las únicas, y es
de gran prioridad que el traductor profesional medite este ínfimo detalle.
Por un lado, las mayores posibilidades de los recursos
on-line son la gran rapidez con la que conseguimos acceder a ellas (siempre y
cuando dispongamos de una conexión a la red, naturalmente) y, muy
frecuentemente, la posibilidad que nos ofrece de poder ver las observaciones de
otros traductores en relación a un asunto en concreto. Recordar que suele
tratarse de herramientas implementadas por expertos que trabajan a centenares de
kilómetros de distancia. Por ende, no existiría la posibilidad de emplearlos
sin que existiese un gran periodo de tiempo de espera de por medio.
Por otra parte, las herramientas offline tienen asimismo una
extensa cantidad de cualidades, si bien en ocasiones no las tengamos presentes.
De forma asidua, los diccionarios en soporte papel (los de toda la vida)
cuentan de una suerte de contenidos extras que en su versión online sería
imposible encontrar. Por servirnos de ejemplo, algunas veces podemos hallar
iconografías de varias temáticas en las que se marcan las denominaciones de los
objetos que en ellas se reflejan. En otras ocasiones, podemos encontrar dichos,
refranes, o pequeñas reseñas culturales referentes a algún tema importante.
Naturalmente, este género de recursos asimismo tienen pegas,
aunque sean pocas. Así que incumbe al primero, la desventaja primordial sería
la molestia de tener que determinar imperiosamente entre los recursos que son
fiables y de alta calidad, de aquellos que no lo son. La red está abarrotada de
posibilidades, pero cuidado que no todo es exactamente lo mismo ni igualmente
válido. El traductor, bien trabaje en una empresa de traducciones o como
autónomo, debe poseer siempre y en toda circunstancia un "sexto
sentido" bien formado con el objetivo de que le asista a distinguir lo que
es de útil ayuda de aquello que, aunque lo parezca, no lo es.
Hay que llevar cuidado, en tanto que, una total dependencia
de los recursos online para poder realizar la tarea de traducción, puede ser
horrible si traducimos un documento determinado y nuestra conexión a Internet
falla o bien, sencillamente, nos hallamos en un lugar donde no tengamos la
posibilidad de acceder a la red.
Si hablamos del segundo género de herramientas o bien
recursos, una de las mayores desventajas es el sitio físico que ocupan, y del
mismo modo el peso. Normalmente, suele tratarse de libros de varios cientos y
cientos de páginas, hecho que hace que no siempre sea fácil llevarlo de manera
cómoda de un sitio a otro como si de un CD o un USB se tratase.
Una vez he realizado con vosotros este pequeño razonamiento
sobre los beneficios y pegas de las diferentes herramientas accesibles para untraductor o empresa de traducción, me agradaría finalizar con la recomendación
de que lo óptimo es la utilización de los dos recursos cuando efectuamos la
actividad traductora. La mezcla de los dos ayudarán, sin ningún género de duda,
al traductor a desarrollar su labor de manera exitosa.