Los traductores al
español tenemos un papel muy importante para que no se pierdan los signos de
apertura de interrogación y exclamación. En esta entrada os quiero hablar un
poco de su origen y las posibles causas de que cada día se utilicen menos.
El español es el único idioma
internacional en el que se utilizan el signo de exclamación e interrogación
inversos a la hora de abrir
exclamaciones e interrogaciones respectivamente. Hecho que bien conocemos
los traductores profesionales que
traducimos al español. En algunos idiomas su uso es opcional y en el resto
de ellos ni siquiera existen. Pero, ¿por
qué se está perdiendo su uso en el lenguaje cotidiano?
Las normas y guías de estilo
ortotipográficas indican que su utilización es obligatoria, en referencia a la
norma de la Academia, pero a nadie se le escapa que fuera de éstos sectores,
cada vez se utilizan menos. Creo que puede ser por diversos motivos:
1.-El aumento vertiginoso en la
utilización de teléfonos móviles, tabletas y phablets para comunicarnos. Correo electrónico, Whatsapp, redes
sociales, etc., hacen que seamos "económicos" a la hora de escribir
para ganar tiempo. Por no mencionar que en la mayoría de los teclados de estos
dispositivos, acceder a éstos signos es complejo y se tarda mucho.
2.-Tal vez éste sea el de menor influencia.
Pero en ocasiones nos encontramos desde un teclado extranjero, configurado en
otro idioma o simplemente que estemos utilizando una codificación que no acepte
este signo.
3.-Sorprendentemente, ya que no es correcto, cada día más puedo observar que en mundo de la publicidad existe una tendencia que no utiliza estos signos. Es posible que sea para crear una sensación de "modernidad" y dar una imagen de juventud, o simplemente, ser más cercana al público más joven. La mayoría de este sector de público incluso vería extraño ver una expresión con los dos signos, el de apertura y cierre.
3.-Sorprendentemente, ya que no es correcto, cada día más puedo observar que en mundo de la publicidad existe una tendencia que no utiliza estos signos. Es posible que sea para crear una sensación de "modernidad" y dar una imagen de juventud, o simplemente, ser más cercana al público más joven. La mayoría de este sector de público incluso vería extraño ver una expresión con los dos signos, el de apertura y cierre.
Recuerdo una ocasión en las que estaba
discutiendo (que no peleando) con un colega traductor ya era de la opinión de
que estos signos en español no eran útiles. Y depende el punto de vista, tal
vez es cierto, podría ser así, pero desde otras perspectivas no.
Pero, ahora que pienso, ¿sabes el
origen de el signo de apertura de interrogación y el de exclamación? Pues si me
acompañas al pasado vemos de donde vienen.
Nos encontramos en la era del imperio
Romano. En latín, que era la lengua que se utilizaba por aquél entonces, utilizaban
una palabra justo al final de las oraciones si ésta era una pregunta. La
palabra utilizada era quaestio. Siglos después, esta palabra fue
evolucionando, ya que era demasiado larga tanto en su escritura como en su pronunciación,
poco a poco se acortó a qo y pasados
muchos años más, evolucionó para escribirse solamente la letra q, suscribiendo la o. De este modo obtenemos
el casi reconocido símbolo de "?". Sucedió lo mismo con la expresión que se
utilizaba con una palabra que se escribía detras de las oraciones para indicar
sorpresa o exclamación, era la palabra Io, que con el
tiempo derivó en !.
La aplicación en español de los signos
de apertura proviene del siglo XVIII donde la Ortografía de la Real Academia Española, hastiada de los galos que
estaban restando protagonismo al la lengua española, reaccionó y decidió que desde
ese momento, para destacarnos del idioma francés, teníamos que utilizar el
signo invertido para abrir las preguntas y exclamaciones.
Es desde entonces que los castellano parlantes utilizamos esta norma. Y ya que estamos ante una época donde la RAE es algo más dúctil respecto a realizar cambios ya que, al final del día, los que utilizamos la lengua somos los ciudadanos de a pie.
De seguir así, todo indica que con el
paso de los años, estos signos acabarán desapareciendo. No obstante, existen personas
que opinan que su desaparición sería un hecho similar a la pérdida de la letra ñ: una pérdida de identidad del la lengua española como idioma.
¿Y tú qué opinas? ¿Crees que algún día u otro desaparecerán o
volveremos sobre nuestros pasos? ¿Cómo
afecta todo esto a la traducción? ¿Será un pequeño cambio sin ninguna importancia
o crees que supondrá un grave problema y confrontaciones entre los lingüistas?
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